ANTECEDENTES

Los inicios de la aplicación de este tipo de acuerdos se remonta al año 1956, cuando el presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower teorizó que la aplicación de este concepto podía ser el medio adecuado para encaminar diversos países del mundo a través de un proceso de paz, prosperidad y reconciliación que se basara en el establecimiento de vínculos o lazos con otras ciudades del mundo; lo cual permitiría que se disminuyese el riesgo o la posibilidad de enfrentarse a futuros conflictos entre naciones que derivasen en posibles guerras mundiales.

CARACTERÍSTICAS

De esa manera, se implementó desde entonces el concepto de “acuerdo de hermanamiento entre ciudades”, para referirse a las alianzas diplomáticas entre diferentes zonas geográficas o geopolíticas. Son principalmente promovidos y dirigidos por los habitantes privados y gobiernos locales. Lo que significa que aunque no se firme un tratado comercial entre países, se pueden realizar alianzas entre ciudades para fortalecer sus propias economías y sus relaciones internacionales.

Las uniones se hacen para que perduren en el tiempo; y sus condiciones de establecimiento son fijadas según los objetivos a desarrollar y mejorar por las partes firmantes. Por ello, la ausencia de un acuerdo comercial entre estados no afecta el proceso de colaboración, desde las pequeñas ciudades o provincias se pueden reforzar estos vínculos.

Gracias a esto, se fortalecen las relaciones desde las pequeñas provincias, sin la necesidad de que el no poseer un acuerdo comercial, afecte el proceso de colaboración entre distintas ciudades. Teniendo en cuenta lo anterior, es posible que se logren fortalecer las relaciones en áreas tales como: